18 de marzo de 2019

18 de marzo de 2019

Pasión por la ciencia y la Educación Técnica

Sebastián Eduardo Gallego es Técnico Químico. Vive en Ensenada, Provincia de Buenos Aires, junto a sus dos hijas, Eugenia y Emilia y, a su esposa. A pesar de vestir delantal de laboratorio y de la precisión de sus respuestas, cuando habla de su mujer asoma un poeta, dice, “estoy felizmente casado con Constanza hace más de 22 años, con la que llevamos el timón de la vida.”

Si bien se desempeña hace 24 años como inspector en el laboratorio dentro del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia de Buenos Aires (ADA), siempre tuvo vocación por la docencia y por la técnica en particular. Hace más de 12 años es profesor, la mayoría de éstos, en la misma escuela donde se recibió, la Escuela de Educación Secundaria Técnica (E.E.S.T.) N° 02 “Santiago de Liniers”, donde ahora es Jefe del Departamento de Química. “Elegí ser docente en la escuela donde me recibí justamente de Técnico Químico, en mi querida Industrial porque me quedó el sentido de pertenencia que me inculcaron mis profesores, como Carlos Ferrari, mi Profesor de Química y de Tecnología de los Alimentos. Carlos, además de ser buen docente enseñaba valores, y eso es lo que intento trasladar a mis alumnos. Me motiva enseñar con una excelente formación para que la escuela técnica tenga una buena calidad de alumnado y esto se refleja cuando a un alumno es felicitado fuera de ámbito escolar, uno se siente orgulloso porque detrás hay un docente con un pleno compromiso a enseñar.”

Sebastián está convencido de que la educación es fundamental para la construcción de una sociedad más justa, pero lo cree aún más con respecto a la educación técnica porque apunta a los trabajos específicos vinculados a la mano de obra calificada, profesional y, de esta manera, permite una importante salida laboral. Justamente, una de las materias que dicta Sebastián es “Prácticas Profesionalizantes”, a través de la cual los estudiantes adquieren experiencia en industrias de la zona. Al respecto comenta, “estamos trabajando en un convenio con el Hospital de Ensenada “Horacio Cestino” para que los chicos puedan realizar prácticas en el laboratorio análisis químico, de esta manera lograr integrar los conocimientos científicos teóricos de colegio y aplicarlos a un ámbito laboral.”

Como si fuera poco, Sebastián encuentra el tiempo para formarse y generar nuevos proyectos a partir de los nuevos conocimientos. El año pasado realizó tres cursos con En FoCo, el Programa de Formación Docente Continua del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET), uno de ellos fue Biomimética y Nanotecnología para la innovación del sector agroalimentario. “Si bien, el título asusta”, acota con una sonrisa, “los tutores facilitan el trabajo y responden todas las dudas y terminás entendiendo los posibles diseños de Biomimética y los avances en Nanotecnología. Podés aplicarlo al aula, por ejemplo, como en mi caso, una materia como Química Industrial, lo pude aplicar en medioambiente, trabajamos sobre los residuos de una plata petrolera. Lo que hicimos por ejemplo con Biomimética, fue utilizar un agente bacteriológico con diseño de un modelo de la naturaleza, el cual se aplica a el tratamiento de residuos para consumir los hidrocarburos generados por la actividad hidrocarburífera, logrando reducir significativamente los niveles de contaminación en la descarga de efluentes.”